Cada año, en fechas cercanas al 6 de marzo, el Patronato lleva a cabo una prueba de sus sistemas de protección contra incendios, en recuerdo del incendio que padeció la fortaleza el 6 de marzo de 1862.
En esta ocasión, el escenario del origen de la emergencia tuvo lugar en el parque Sur del Alcázar, bajo la Casa de la Química, en las inmediaciones de la denominada Fuente del Piojo. Un incendio forestal, alimentado por la gran cantidad de polen y materia vegetal seca que se acumula cada primavera en las laderas del Clamores, dejó aislados a dos trabajadores del Patronato; uno de ellos presentaba daños físicos, por lo que tuvo que ser atendido por los servicios de emergencias sanitarias.
Por su parte, el servicio municipal de prevención y extinción de incendios logró fácilmente hacerse con el control del fuego, gracias al empleo de la red de hidrantes con que desde hace un año está equipado el perímetro exterior del Alcázar. Como apoyo a dicha red, se empleó también el sistema de columna seca instalado en el interior de la fortaleza, que permitió lanzar agua sobre el foso, desde la terraza de Moros. Todo el operativo contó con la colaboración de la policía local, cuyas patrullas se encargaron de velar por la seguridad de los que allí se congregaban, ordenando el tráfico y dirigiendo el tránsito de los viandantes.
El Patronato del Alcázar, consciente de la necesidad de preservar el entorno de la fortaleza, un enclave singular de alto valor paisajístico y especialmente rico por su biodiversidad, promovió la construcción de una red de protección que permitiera lanzar agua a gran distancia desde lo alto del peñón. Desde hace poco más de un año, esta red, que mejora sensiblemente la capacidad de protección del principal pulmón verde de la ciudad, es una realidad.
Renovación de las redes de columna seca de la fortaleza
El simulacro ha supuesto la prueba inaugural de la recién renovada red de columna seca con que está equipado el interior de la fortaleza, cuyos trabajos de sustitución finalizaron hace pocos días. Las viejas tuberías, codos, uniones y bocas de acero galvanizado instaladas hace décadas, cuya vida útil se estaba acercando a su fin, han sido sustituidas en su totalidad por nuevos elementos de acero inoxidable, hasta un total de 378 metros.
El sistema de columna seca se basa en una serie de tuberías equipadas con hidrantes que recorren el interior del Alcázar en todas sus plantas. En una situación de no emergencia, las tuberías se encuentran vacías. Cuando saltan las alarmas contra incendios, las tuberías se presurizan mediante la activación de una bomba eléctrica que entra en funcionamiento automáticamente a demanda del sistema informático. Una segunda bomba diésel puede ser activada de manera manual para aumentar la presión del sistema hasta los 14 kg/cm2 y, por tanto, la capacidad de proyección de agua a través de las mangueras conectadas a los hidrantes.