La Torre de Juan II, convertida en una colosal pantalla de proyección, sirvió de soporte para una emotiva historia de dibujos en torno a la llegada de los Reyes Magos al pesebre.
Un fabuloso espectáculo de luz, sonido y pirotecnia estaba preparado para tan magna ocasión. La cabalgata inició su recorrido desde el Alcázar para continuar por las calles segovianas y terminar frente al Acueducto.